lunes, 12 de octubre de 2015

Knut Nystedt : Immortal Bach

Quisiera con esta entrada presentar una obra coral reciente, creo que tan conocida dentro del mundo coral como seguramente ignorada fuera de éste. Antes de decir nada propongo que el lector la escuche en este video y, solo después, cuando haya llegado al final (dura unos cinco minutos) siga leyendo esta entrada, sobre todo si no ha descubierto lo que ha escuchado. El truco está en escuchar e intentar adivinar lo que está escrito en la partitura; para ello no hay nada como unos buenos altavoces o unos cascos.
 

La interpretación es del Coro de Cámara de Holanda, dirigido por Risto Joost, al que apenas se le ve en el vídeo. La obra es Inmortal Bach de Knut Nystedt y, comienza con un coral de Bach, Komm süsser Tod, que luego sufre una transformación hasta convertirlo en un cluster que rodea por toda la sala al oyente. El coral sigue un ritmo homófono, con las cuatro voces diciendo el texto a la vez y cantando prácticamente una negra por cada sílaba. Si alguno se pierde que vuelva a escuchar el vídeo, que es fácil lo que estoy diciendo. Lo que Nystedt escribió fue que, para la repetición del coral, el coro se dividiera en cinco coros, con las cuatro voces SATB representadas en cada coro. Así, después de cantar primero el coral de Bach, el primer coro empezará a cantar pero tomando 4 segundos para cada negra (cuatro segundos con “Komm”, cuatro segundos con “Sü” de “süsser”, etc), otro coro tomará 6 segundos, el tercer coro 8 segundos, el cuarto 10 segundos y el quinto y último 12 segundos. Cuando van, pongamos, 10 segundos de música, el primer coro está ya en el tercer tiempo (la tercera negra) de la partitura, el segundo y tercer coro están en la segunda, los otros dos en la tercera. Así va evolucionando esta partitura. Parece fácil, pero el cantante se pasa más tiempo contando segundos que disfrutando de lo que se está realmente escuchando en la sala. Repito que el coro debe rodear al público, si la acústica tiene la resonancia de una buena iglesia (las hay también con acústicas espantosas) y si el coro es bueno (el del vídeo es de los mejores) entonces la emoción está asegurada. La idea parece muy sencilla de montar, puesto que el coral original de Bach es relativamente sencillo, pero exige de una gran concentración y de unos cantantes valientes y capaces de sostener bien una nota sin que el acorde se vaya al carajo. Por supuesto nada de eso ocurre con el Nederlands Kamerkoor, el Coro de Cámara de Holanda, uno de los mejores que quien esto escribe haya escuchado nunca.

 Dejo aquí un segundo vídeo para los que quieran volver a escuchar la obra pero siguiendo esta vez la partitura. Espero que se vea más claro lo que he intentado explicar, pero sobre todo espero que se disfrute. Que aproveche !
 

1 comentario:

  1. Vaya mérito el de los cantantes. El resultado es simplemente mágico.

    ResponderEliminar